Dos generaciones de nuestra familia llevan comerciando con máquinas de escribir desde 1926. Uno de nuestros ancestros incluso fabricó una máquina fotocopiadora flexible. Sin embargo, nuestro coleccionismo no empezó hasta 1995, cuando la familia Kramer estaba de vacaciones en el sur de España y descubrió cuatro máquinas de escribir con sistemas inusuales: una Oliver, una Corona, una Royal y Blickensderfer. A partir de ese momento, la familia Kramer se convirtió en apasionada coleccionista. Al principio, viajaban a mercadillos y reuniones de coleccionistas por toda Europa. Ebay y otros servicios online no existían entonces, así que accedimos a la red de coleccionistas a través de la asociación Internationales Forum Historische Bürowelt e.V.
En los años siguientes, la colección pasó de una estantería a tres salas de exposición. Mamá, papá y Junior siguen yendo juntos a subastas y reuniones de coleccionistas.










